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Entre deudas y oportunidades: Mi experiencia con el CAE para financiar mis estudios

estudiar con cae
Tiempo de lectura: 3 minutos

Mi experiencia con el Crédito con Aval del Estado (CAE) fue clave para lograr acceder a la universidad, a pesar de las limitaciones económicas de mi familia. Como el primero en mi familia en llegar a la educación superior universitaria, sabía que el reto financiero sería enorme, y encontrar una manera de financiar mis estudios se convirtió en una prioridad (aún no existía la bendita gratuidad). A modo de disclosure, el siguiente artículo no está auspiciado ni financiado por algún banco o entidad gubernamental, ni tampoco pretendo evangelizar sobre el uso de este crédito.

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Un comienzo impulsado por la necesidad económica

Todo comenzó en 2009, cuando ingresé a estudiar Ingeniería Ambiental en la Universidad de Santiago de Chile (USACH). Proveniente de una familia de clase media, las opciones para pagar mis estudios eran pocas. Antes del CAE, mi padre ya había hecho grandes esfuerzos a través del Crédito CORFO, lo que lo llevó a comprometerse con un banco, gestionar una chequera y asumir responsabilidades bancarias ajenas a su vida cotidiana, todo para que yo pudiera cumplir mi sueño universitario. Y, no está de más mencionar que este crédito era bastante usurero. Si no me crees, mira esta publicación de Ciper en la que mencionan que con el CORFO se podía llegar a pagar 4 veces el monto solicitado.

Sin embargo, cuando el CAE apareció como una opción viable durante mi primer año como estudiante universitario, fue un verdadero alivio. Si bien no cubría la totalidad de mis gastos universitarios, me dio la oportunidad de centrarme en mis estudios sin tanta preocupación por el dinero. Entonces, ¿conviene estudiar con CAE? En mi caso, fue la única opción viable para acceder a la universidad, aunque el compromiso financiero es ineludible y de largo plazo (terminaré de pagarlo en 2037).

Cambios de carrera y nuevos retos

A medida que avanzaba en la carrera de Ingeniería Ambiental, me di cuenta de que no era lo que realmente deseaba. Luego de un tiempo, decidí cambiarme a Ingeniería Civil en Obras Civiles en la misma universidad, una carrera más alineada con mis intereses, aunque tampoco logré finalizarla. Estos cambios son parte del recorrido de muchos estudiantes, y aunque conllevan nuevos desafíos, el CAE seguía siendo una opción para continuar mis estudios. Estudiar una segunda carrera con CAE es posible, como en mi caso, lo que me permitió explorar hasta encontrar mi verdadera vocación.

Este proceso plantea la pregunta: ¿cuántas carreras puedo estudiar con CAE? Si bien es factible estudiar más de una, cada cambio incrementa la deuda, por lo que es importante considerar las implicancias antes de tomar una decisión.

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El camino hacia el periodismo y un nuevo enfoque financiero

Descubrí mi vocación en el periodismo. Esta vez, logré obtener una beca que me permitió finalizar mis estudios sin generar más deuda. Aunque el CAE me sirvió en las primeras etapas de mi vida universitaria, fue un alivio terminar mis estudios sin recurrir nuevamente al crédito. Sin embargo, la deuda acumulada en los años anteriores seguía presente, y ya como profesional, me enfrenté al proceso de pagarla.

¿Qué significa estudiar con CAE? En mi caso, fue la única vía para acceder a la educación superior en un contexto donde no había otras alternativas financieras, pero también trajo consigo la carga de una deuda que se extiende a largo plazo. Como ya puedes estar infiriendo a estas alturas: si puedes estudiar con gratuidad, pagar la mensualidad u optar a otro modo de financiamiento, no dudes en hacerlo.

El pago del CAE: un compromiso a largo plazo

estudiar con crédito con aval del estado. imagen de personas transaccionando con dinero chileno

Al terminar mis estudios, el CAE ofreció un periodo de gracia de 18 meses, lo que me permitió estabilizarme profesionalmente antes de comenzar a pagar. Cuando llegó el momento de hacerlo, el crédito me dio la opción de ajustar la cuota mensual a un porcentaje de mi sueldo, lo cual resultó conveniente en los primeros años de mi carrera, cuando mis ingresos eran aún inestables.

Actualmente, pago una cuota mensual fija ajustada a la Unidad de Fomento (UF), lo que significa que las cuotas aumentan con el tiempo. Aunque esto representa un desafío continuo, es un compromiso que acepté al tomar el crédito y, actualmente, lo veo como parte del costo de haber accedido a la educación superior en un sistema neoliberal como es el que posee Chile. Si mantengo el plan actual, terminaré de pagar cuando esté próximo a cumplir 50 años, en un ciclo que se repite para muchas familias de clase media que optan por el CAE para estudiar.

No obstante, viene al caso mencionar que el CAE se puede prepagar y este debe ser de un monto no inferior al 10% del saldo capital adeudado, incluyendo intereses y comisiones, según indica Ingresa.

Las consecuencias de no pagar a tiempo

Como con cualquier crédito, el CAE tiene consecuencias si no se paga puntualmente. En un momento, no pude cubrir las cuotas durante tres meses. La respuesta fue inmediata: notificaciones del banco, llamadas insistentes y la amenaza de pasar mi deuda a cobranza judicial. Afortunadamente, logré regularizar la situación y evitar mayores problemas, pero aquella no es la situación de todos los que estudiaron con CAE.

¿Conviene estudiar con CAE?

La respuesta depende de cada situación personal. En mi caso, el CAE fue la única opción no tan usurera para acceder a la universidad. Si tienes la posibilidad de pagar tus estudios de otra forma o acceder a una beca o a la gratuidad, esa siempre será la mejor alternativa. Sin embargo, si estás en una situación donde la falta de recursos te impide estudiar, el CAE puede ser una solución válida, siempre que se tenga claro el compromiso financiero a largo plazo que implica.

El CAE no es una opción ideal. Implica muchos años de deuda, y en algunos casos, las condiciones de pago pueden volverse difíciles de manejar. Pero para quienes no tienen otra opción, puede ser la única manera de obtener un título universitario. Creo que la clave está en evaluar si conviene en función de las alternativas disponibles y de las implicancias futuras.

Si deseas conocer más información sobre el CAE, te invito a revisar el portal de la Comisión Ingresa.